El FMI Presiona por un Cambio en la Política Cambiaria y Admite que las Reservas no Alcanzarán la Meta

El FMI Presiona por un Cambio en la Política Cambiaria y Admite que las Reservas no Alcanzarán la Meta

En una conferencia pública, la vocera del organismo, Julie Kozack, exhortó al gobierno a modificar su estrategia monetaria para acelerar la adquisición de dólares, reconociendo abiertamente que el objetivo para este año será difícil de cumplir. La declaración expone una tensión clave en el programa económico.

En un comunicado público que reverbera en los mercados financieros, el Fondo Monetario Internacional manifestó este jueves una exigencia clara al equipo económico argentino: es imperioso alterar el rumbo de la política cambiaria para propiciar una adquisición más veloz de divisas en el Banco Central. Durante su habitual comparecencia ante los medios, la portavoz Julie Kozack dejó en evidencia que la institución no confía en que la administración de Javier Milei logre cumplir con la meta de reservas comprometida para la próxima revisión.

“Las orientaciones en materia monetaria y cambiaria deben sustentar una trayectoria más decidida en la acumulación de reservas, con el propósito de constituir un colchón de divisas apropiado para la Argentina”, sostuvo Kozack con firmeza. La vocera subrayó que este fortalecimiento es fundamental para que el país enfrente con mayor solvencia eventuales crisis y, además, pueda recuperar un acceso fluido a los mercados internacionales de capital. Esta advertencia constituye un reconocimiento tácito de que la escasez de dólares es el factor central que alimenta la desconfianza hacia los bonos argentinos y mantiene el riesgo país en niveles prohibitivos para una eventual colocación de nueva deuda.

En este contexto, la representante del Fondo admitió sin ambages que “alcanzar el objetivo de reservas para finales del año representará un desafío”, una fórmula que los analistas interpretan como un eufemismo para señalar la improbabilidad de su concreción. Si bien esta perspectiva resulta palpable dado que las reservas netas del instituto emisor se mantienen en territorio negativo, la casi explícita confirmación por parte del organismo adquiere una relevancia particular, dado su habitual recurso a un lenguaje mesurado y discreto.

Pese a esta franqueza, Kozack se abstuvo de anticipar si la Argentina necesitará solicitar una dispensa por el incumplimiento parcial de las metas, un trámite que recaerá en el equipo económico local en las semanas venideras. “No corresponde realizar especulaciones al respecto en este momento. Será un punto a considerar dentro de las conversaciones posteriores”, afirmó de manera cautelosa.

Con esta postura, el FMI desestima de forma directa los argumentos repetidos en los últimos meses por el ministro de Economía, Luis Caputo, quien ha minimizado la falta de acumulación de divisas al presentar a la gestión como un “comprador serial” de dólares. El Fondo, no obstante, insiste en la necesidad de implementar “políticas cambiarias” que habiliten una acumulación “más ambiciosa”. En el corto plazo, este reclamo parecería apuntar a sólo dos caminos posibles: una liberación total del control de capitales o una depreciación significativa del tipo de cambio.

La primera alternativa, sin embargo, no parece contar con el respaldo pleno del organismo, que históricamente ha impulsado la eliminación de estas restricciones para facilitar la entrada de inversiones y la repatriación de utilidades. La segunda opción, una devaluación, presenta a su vez una contradicción estratégica, ya que potenciaría la competitividad argentina en un momento delicado de las negociaciones comerciales con Estados Unidos, principal accionista del Fondo. Esta encrucijada deja al descubierto la complejidad que enfrenta el gobierno para conciliar las demandas de los mercados, los intereses geopolíticos y los requisitos del propio programa de asistencia.

La sostenibilidad del acuerdo firmado en abril parece depender, en gran medida, de la resolución de este nudo cambiario. Mientras el oficialismo sostiene un precio del dólar contenido –una política que el propio Caputo insinúa al admitir que se compra divisas pero no se acumulan–, la presión por reforzar las reservas se erige como el problema más urgente y potencialmente desestabilizador.

En otro orden, consultada sobre la posibilidad de contabilizar el swap con China como parte de las reservas netas, la vocera del Fondo evitó precisiones, indicando que se aplicará el marco metodológico correspondiente y los resultados se publicarán en el próximo informe de sus técnicos. Finalmente, Kozack confirmó que la próxima misión de supervisión visitará el país recién en enero, una vez concluido el período de evaluación de las metas correspondientes a diciembre.

Pese a las críticas específicas, el organismo mantuvo su respaldo político general hacia la administración de Milei, elogiando los “avances en el fortalecimiento de la estabilidad macroeconómica” y remarcando la importancia de profundizar el recorte de subsidios, las desregulaciones y la reforma laboral.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

32k