Tras la eliminación ante Racing, el clima interno dio un vuelco. Riquelme y el cuerpo técnico optaron por dar licencia inmediata a los futbolistas, mientras se evalúa la continuidad de Ubeda y se redefine el rumbo institucional.
La caída resultó amarga. No solo por lo sorpresivo del desenlace, sino porque el equipo venía mostrando signos de recuperación. Las formas en que se produjo la eliminación, sumadas a una polémica sustitución durante el partido, terminaron por agriar el ánimo en el club. Tal fue el impacto que la posición de Claudio Ubeda, hasta hace poco respaldada con firmeza, entró en un terreno de incertidumbre y revisión.
Frente a este escenario, Juan Román Riquelme y su equipo de colaboradores tomaron una medida drástica: apenas el plantel regresó a los trabajos en el Predio de Ezeiza este martes, se les comunicó que quedaban en licencia. La decisión busca oxigenar un ambiente cargado de frustración y, al mismo tiempo, ganar tiempo para definir el futuro inmediato de la conducción técnica. Mientras tanto, Riquelme y el asistente técnico, Chelo Delgado, analizan con detenimiento los pasos a seguir.
Originalmente, la agenda del equipo estaba lejos de concluir en esta fecha. La ilusión de disputar la final del próximo sábado en Santiago del Estero, e incluso el Trofeo de Campeones, se esfumó de golpe. Ahora, el calendario dejó un vacío de cerca de diez días que nadie había previsto, alterando por completo la planificación de las próximas semanas.
En cuanto a la pretemporada, todo queda supeditado a las definiciones institucionales que se tomen en las próximas horas. Lo que estaba proyectado antes del revés era iniciar los entrenamientos de preparación alrededor del 2 de enero, fecha que podría haberse retrasado en caso de haber prolongado la participación en el torneo. Sea como fuere, se confirmó que los trabajos se desarrollarán en el complejo de Ezeiza, con un régimen de concentración semanal en un hotel cercano, buscando afianzar la disciplina y el trabajo en grupo.
Por ahora, el silencio y la reflexión dominan la escena. Lo que viene será crucial: no solo se decidirá el nombre del técnico, sino también el rumbo que tomará Boca en un año que se presenta lleno de exigencias y expectativas.
