Padres denunciaron conversaciones perturbadoras en las que jóvenes de 13 a 15 años organizaban un tiroteo. Secuestraron dispositivos, expulsaron a los implicados y reforzaron la seguridad, pero la comunidad educativa sigue con temor.
Una conversación escalofriante en WhatsApp desató el pánico en una escuela de Maschwitz
Un diálogo entre adolescentes en un grupo privado de WhatsApp generó conmoción en Ingeniero Maschwitz, Escobar, luego de que se revelaran mensajes en los que supuestamente planeaban un tiroteo en la Escuela de Educación Media Nº 4. Las charlas, cargadas de violencia, incluían detalles sobre cómo ejecutarían el ataque y mencionaban el acceso a armas de fuego.
La crudeza de los textos alertó a varios padres, quienes realizaron la denuncia en la Comisaría 2ª de Escobar, adjuntando capturas de pantalla y audios. Según las pruebas, los jóvenes —alumnos del mismo establecimiento— discutían cómo ingresarían armados al colegio y se distribuirían por los pisos para atacar.
Los mensajes que encendieron las alarmas
En los intercambios, uno de los participantes daba instrucciones precisas:
«Entraremos por el acceso principal, como siempre. Dos irán arriba y dos abajo… No es cuestión de elegir a quién dispararle; a quien vean, le disparan. ¿Entendido?».
El mismo adolescente advertía con tono amenazante:
«No toleraré que alguien se eche atrás. Los disparos no serán solo para los alumnos, sino también para quien se arrepienta».
Otro mensaje escalaba el horror:
«Después de matar a los demás, haremos un recorrido para asegurarnos de que no quede nadie con vida. Luego, cada uno decidirá qué camino tomar».
Uno de los jóvenes afirmó tener acceso a armamento:
«Ya tengo las armas, mi padrastro las posee».
Incluso se discutía sobre el tipo de fusiles a utilizar, mencionando modelos como la MP5 y la UZI, detallando su efectividad según la distancia.
La reacción de las autoridades
Ante la gravedad de la situación, el Municipio de Escobar y la Jefatura Departamental incrementaron la vigilancia en las instituciones educativas. La Justicia intervino rápidamente, judicializando la causa bajo la figura de «intimidación pública» y ordenando allanamientos donde se incautaron celulares y notebooks.
Los involucrados, al ser menores de edad, fueron declarados inimputables, pero se dispuso su expulsión del colegio y la prohibición de acercarse a menos de 100 metros del edificio. Además, deberán continuar sus estudios de manera virtual durante los próximos cuatro meses.
¿Broma macabra o amenaza real?
Aún no está claro si los adolescentes pretendían llevar a cabo el ataque o si se trataba de una macabra provocación. Sin embargo, el impacto fue tal que muchos padres decidieron no enviar a sus hijos a clases. Un grupo de familiares se congregó frente a la escuela para exigir respuestas, reclamando que sus hijos «puedan estudiar sin miedo».
Las autoridades escolares intentaron calmar los ánimos, señalando que la joven que habría ideado el plan presenta «problemas psicológicos» y asegurando que el peligro estaba controlado. No obstante, el temor persiste, y se anticipa una nueva ausencia masiva de estudiantes el próximo lunes.
La comunidad, entre el shock y la incertidumbre
El caso dejó al descubierto la vulnerabilidad de los entornos educativos y la facilidad con que ciertas narrativas violentas circulan entre los jóvenes. Mientras la investigación avanza, la pregunta que ronda en Maschwitz es: ¿Hasta dónde hubieran llegado estos adolescentes si nadie los detenía?
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¿Creés que fue una advertencia real o una broma de mal gusto? ¿Cómo deberían actuar las instituciones ante estas situaciones?
