Oscar Bahamonde, presidente de la AREF, analiza en profundidad los cambios en aranceles e impuestos internos para la industria electrónica fueguina. ¿Bajarán realmente los precios? ¿Cómo afecta a la protección local? Claves técnicas y desmitificación de discursos políticos.
En medio del anuncio de modificaciones impositivas para los productos electrónicos, especialmente celulares, Tierra del Fuego enfrenta un escenario de incertidumbre. Óscar Bahamonde, presidente de la Agencia de Recaudación Fueguina (AREF), desglosó en declaraciones a FM La Isla los alcances del decreto gubernamental, destacando sus implicancias técnicas, económicas y políticas.
El decreto modifica dos aspectos centrales: Aranceles: Los teléfonos importados pasarán de una tasa del 33% al 8% en diciembre y a 0% en enero de 2025. Impuestos internos: La alícuota general se reduce del 19% al 9.5%, mientras que los productos fueguinos quedan exentos (antes pagaban 9.5%).
Según el gobierno, esto debería traducirse en una caída de precios del 25-30%. Sin embargo, Bahamonde advierte que el impacto no será inmediato para los productos ya importados: «El que tiene stock pagó impuestos altos y no ajustará precios de un día para otro».
El costo fiscal y la industria local
Uno de los puntos más polémicos es el efecto sobre la industria fueguina. Bahamonde señala que, aunque no se modificó el subrégimen promocional, la reducción de impuestos internos y aranceles «reduce la protección histórica» de la producción local. Aquí surge una paradoja: mientras críticos nacionales señalan el «alto costo fiscal» de los beneficios fueguinos, la nueva medida «le sale más barata a la Nación», ya que recaudará menos por importaciones y, al mismo tiempo, podría debilitar la fabricación local, con riesgo para empleos.
Bahamonde aclara conceptos clave para contextualizar el debate: Tasa de verificación productiva: 1.8% sobre valor FOB (no precio final), reducible al 1.62% con inversiones. «Incide menos del 1% en el costo». Ingresos brutos: Las empresas pagan 1.5%, pero solo el 25% queda en Tierra del Fuego (por el convenio multilateral). «No es cierto que la provincia absorba la mayor carga», dijo.
Sobre la posibilidad de que las empresas vendan directamente al consumidor, desmiente que esto genere una explosión recaudatoria: «Las ventas se atribuyen al destino del bien, no a Tierra del Fuego».
La incógnita de las gamas y negociaciones
Frente a la teoría de que los celulares de baja gama serán los más afectados por la competencia importada, Bahamonde reconoce que es un análisis que deben hacer las empresas. Sugiere que podrían estar en marcha negociaciones para compensar el impacto, como ajustes en el subrégimen (créditos fiscales o liberación de IVA).
El trasfondo político
El entrevistado critica la «profunda ignorancia» de algunos funcionarios nacionales sobre el sistema fueguino y alerta sobre posibles «fantasías» en el discurso público, como atribuir futuras ventas directas a una milagrosa reactivación local. «Lo técnico choca con lo político: si no producís acá, importás más barato, pero perdés empleo», resume.