La obra social de los estatales y los salarios públicos, en el centro del conflicto. Legisladores demoran el tratamiento de proyectos, mientras el gremio advierte sobre el riesgo de medidas de fuerza.
La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) volvió a instalar una carpa frente a la Legislatura fueguina en reclamo de soluciones definitivas para la crisis de la Obra Social de los Empleados Fueguinos (OSEF) y mejoras salariales acordes a la inflación provincial. Carlos Margalot, tesorero del gremio y representante paritario, advirtió en declaraciones a FM La Isla que los proyectos en discusión son «parches temporales» que no resuelven el déficit estructural.
Margalot señaló que los legisladores continúan sin priorizar el tratamiento de iniciativas que garanticen la sostenibilidad de OSEF. «Los proyectos presentados, incluso el del gobierno, utilizan fondos específicos para cubrir deudas por apenas dos o cuatro años, pero no atacan el problema de fondo», explicó. Agregó que el Tribunal de Cuentas emitió un informe lapidario que revela malos manejos financieros, incluyendo gastos excesivos en plantas políticas y falta de transparencia en el uso de los aportes de los afiliados.
«Los empleados no saben en qué se usan sus descuentos. Hoy, desde Ushuaia hasta Córdoba, exigimos rendición de cuentas», afirmó. Además, criticó que algunas propuestas busquen transformar OSEF en una obra social privada, lo que, según él, desvirtuaría su carácter público.
En cuanto a la paritaria salarial, Margalot confirmó que aún no hay avances concretos. «El gobierno y los municipios admiten que la recaudación cayó, pero no podemos aceptar aumentos por debajo de la inflación real, que en Tierra del Fuego ronda el 8% al 10% mensual», sostuvo. Destacó que un salario promedio de $800.000 no alcanza para cubrir una canasta familiar de $1.800.000, mientras la desocupación provincial escaló al 7.6%, dejando a 6.000 fueguinos sin trabajo.
El dirigente insistió en que el Ejecutivo debe diferenciarse de la política nacional y garantizar incrementos uniformes para todos los estatales, incluyendo entes autárquicos. «No pedimos locuras, sino salarios que permitan vivir», remarcó.
Aunque ATE mantiene conversaciones con las autoridades, Margalot admitió que la paciencia se agota. «El aguinaldo se pagará esta semana, pero la discusión salarial no puede esperar más. Si no hay respuestas, evaluaremos medidas de fuerza», anticipó.
Mientras tanto, la carpa frente a la Legislatura simboliza el malestar de un sector que, tras años de reclamos, sigue sin respuestas claras. «No queremos más parches; necesitamos soluciones definitivas», concluyó Margalot.
La situación de OSEF y los salarios públicos refleja una crisis más amplia: la falta de fondos, la opacidad en la gestión y una inflación que ahoga a los trabajadores. Con sesiones legislativas clave en los próximos días, ATE espera que los proyectos no queden otra vez en la nebulosa de las comisiones.