Tras las declaraciones de Donald Trump que sacudieron la plaza financiera, las intervenciones y anuncios de Scott Bessent solo lograron un respiro temporario. La incertidumbre persiste y el mercado cuestiona la efectividad de las promesas de ayuda externa.
La plaza financiera local volvió a vivir una jornada de alta volatilidad, luego de que las declaraciones del expresidente estadounidense Donald Trump durante su encuentro con Javier Milei generaran un impacto negativo en la confianza de los inversores. Ante este escenario, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, retomó su papel de tutor de los mercados argentinos en un intento por frenar la escalada del dólar. No obstante, su éxito fue efímero: la divisa norteamericana repuntó con fuerza hacia el cierre de la rueda, evidenciando que las promesas de ayuda ya no alcanzan para convencer a los operadores.
Bessent desplegó sus dos instrumentos habituales para influir sobre las expectativas de los agentes económicos. Por una parte, instruyó ventas de moneda extranjera en el mercado cambiario mayorista –una operatoria que algunos sectores prefieren denominar como “adquisición de pesos”– con el objetivo directo de deprimir la cotización de la divisa. Paralelamente, realizó un anuncio que aparentaría incrementar el volumen de asistencia financiera destinada al gobierno nacional. “Estamos trabajando en una facilidad de 20.000 millones de dólares que se sumaría a nuestra línea de swap, con la participación de bancos privados y fondos soberanos que, según entiendo, estarían orientados al mercado de deuda”, explicó el funcionario a la prensa en Washington. “De este modo, el total disponible para Argentina ascendería a 40.000 millones”, sugirió.
La primera de estas medidas apenas consiguió un efecto positivo pasajero. El tipo de cambio mayorista, que gracias a la intervención foránea había descendido hasta los 1360 pesos, finalizó la jornada cotizando a 1380 pesos. Mientras tanto, los dólares financieros y el paralelo se mantuvieron en un rango comprendido entre 1440 y 1455 pesos.
La magia se desvanece
De manera análoga, el mágico salto de un salvataje de 20.000 millones a un megapaquete de 40.000 millones de dólares adoleció de la misma falta de precisiones que caracterizó a los compromisos esbozados en ocasiones anteriores. Bessent confirmó que el Tesoro había actuado en el mercado local para equilibrar el exceso de demanda de divisas que impulsaba su valoración al alza, pero –al igual que ocurriera el jueves pasado– se abstuvo de revelar el monto exacto de la operación.
En la plaza local, ya nadie espera que las intervenciones puntuales o los ofrecimientos de megaayudas produzcan un efecto mínimamente duradero. “La tendencia del mercado hacia la dolarización de carteras, es decir, el abandono de operaciones de carry trade en pesos para adquirir dólares, se mantiene inalterable. Este comportamiento impulsa el valor del dólar hacia arriba y deprime los bonos, una trayectoria que solo se detiene o demora cuando aparece el Tesoro de Estados Unidos vendiendo divisas, pero que luego retoma su curso anterior”, ilustró un experimentado operador este miércoles.
Megapaquetes y malas políticas
Alejandro Vanoli, quien fuera presidente del Banco Central, realizó una valoración contundente al ser consultado por este diario: “No existe megapaquete financiero alguno que pueda resolver los problemas derivados de una mala política”. Recordó que el régimen vigente en materia financiera, cambiaria y comercial viene generando un desequilibrio en las cuentas externas casi desde el inicio de la actual administración. Este desajuste fue subsanado inicialmente mediante un blanqueo extraordinario a mediados de 2024, luego con una ampliación excepcional de la deuda con el FMI en abril pasado y ahora, apenas seis meses después, a través de una promesa de acuerdo con Estados Unidos bajo condiciones aún desconocidas.
“Hasta la fecha, la única contribución concreta de Estados Unidos han sido las intervenciones en el mercado cambiario para frenar la suba del dólar; eso resuelve las operaciones del día, pero no el desequilibrio permanente, porque siguen sin ingresar dólares a través de las exportaciones”, advirtió Vanoli. “Todo lo demás son anuncios lanzados al aire por Bessent para generar expectativas favorables en el mercado argentino, pero sin garantizar, por ahora, el ingreso de un solo dólar”.
“De la Rúa anuncia hoy el blindaje financiero”, rezaba la tapa del diario Clarín en los primeros días de noviembre de 2001. “La noticia será difundida en Buenos Aires y, simultáneamente, por el FMI en Washington. El paquete llegaría a u$s 38.600 millones. Habrá aportes de bancos, de organismos y de España”, informaba en su interior el mismo periódico. Vanoli recordó este episodio en sus redes sociales este miércoles, señalando las similitudes con el actual intento de salvataje. En aquella oportunidad, el compromiso nunca trascendió el mero terreno de la promesa. “Lo simbólico es que, al igual que entonces, se pretende actuar desde el exterior sobre las expectativas internas mediante mensajes al aire, sin modificar las malas políticas económicas, sino respaldándolas”.
Tal como lo reflejó un informe de Morgan Stanley difundido el mismo día del encuentro entre Milei y Trump en Washington, las expectativas de devaluación posteriores al 26 de octubre se mantienen firmes, incluso en el hipotético caso de que el gobierno obtuviera un resultado muy favorable en las elecciones legislativas. En el escenario más optimista para el oficialismo, la firma estimó que el dólar podría estabilizarse en torno a los 1700 pesos hacia fin de año. En el menos favorable, es probable que la divisa busque un valor superior a los 2000 pesos.
Milei volvió y habló
Este miércoles, en sus primeras declaraciones tras regresar al país, el presidente Javier Milei ratificó una vez más que el sistema de bandas cambiarias se mantendrá y descartó de plano una corrección en el precio del dólar. Sostuvo que todo el ruido en materia económica y en el mercado cambiario quedará despejado después del 26 de octubre. Además, rechazó que el apoyo de Estados Unidos esté condicionado a los resultados de las elecciones legislativas.
También descartó que Donald Trump exija algún beneficio relacionado con la soberanía nacional a cambio del respaldo financiero, y explicó que se trata de una visión estratégica de política internacional por parte del mandatario norteamericano, quien considera a la Argentina como un aliado. “Lo ha manifestado en palabras y hechos”, añadió el Presidente.