Tras días de incertidumbre sobre su continuidad, el jefe de Gabinete lidera una convocatoria masiva de mandatarios provinciales, reafirmando su poder interno y aislando a la oposición. La vicepresidenta Villarruel y cuatro gobernadores serán las ausencias notorias en un encuentro que busca destrabar las reformas estructurales.
En un giro que consolida su posición dentro del Gobierno, Guillermo Francos parece haber resucitado políticamente. Con la letra de “La Cigarra” como telón de fondo, una canción que también evocaba en sus días el expresidente Alberto Fernández, el jefe de Gabinete ratificado demostró un impulso renovado al materializar en tiempo récord una reunión clave entre el Presidente Javier Milei y la mayoría de los gobernadores. El encuentro, pautado para esta tarde en el Salón Eva Perón, se perfila como un triunfo para la gestión y un espaldarazo personal para Francos.
Empoderado por una instrucción directa del primer mandatario tras el triunfo en las urnas, y en coordinación con su ministro del Interior, Lisandro Catalán, Francos activó una convocatoria que congregará a veinte mandatarios provinciales. La cita contará con la presencia del gabinete en pleno, el asesor estratégico Santiago Caputo y el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem. Sin embargo, el evento tendrá una falta de relieve: la vicepresidenta Victoria Villarruel, un vacío interpretado como el único punto no resuelto en la búsqueda de una gobernabilidad total.
El reposicionamiento de Francos es notorio. Hace apenas una semana, fuentes internas lo daban por fuera del núcleo duro de poder, e incluso en las últimas horas algunos operadores políticos insistían en darle por renunciado. Lejos de aquel escenario, el jefe de ministros ha construido, junto a los referentes del menemismo, un bloque de resistencia frente al denominado “plan Caputo”, una estrategia que por el momento habría perdido fuelle. La relación de fuerzas quedó clara cuando desde el entorno de Francos expresaron su enfado por los rumores de su salida, mientras que un allegado al grupo menemista sentenció: “Nosotros queremos que sigan Guillermo y Catalán. Francos es Menem. Y Menem es Francos”.
Precisamente, la dinámica interna volverá a ponerse a prueba esta tarde, cuando Francos, Caputo y Menem se vuelvan a encontrar. Quien no estará en esta ocasión es Eduardo “Lule” Menem, quien se encuentra fuera de Buenos Aires.
El Gobierno ha sido selectivo con la convocatoria. Los gobernadores Axel Kicillof, Gildo Insfrán, Ricardo Quintela y Gustavo Melella no recibieron invitación alguna. La justificación desde el oficialismo fue contundente: no vale la pena convocar a quienes no están dispuestos a analizar seriamente el crítico momento que atraviesa la Argentina.
La agenda del encuentro tiene como eje central imprimirle un nuevo impulso al debate por el Presupuesto 2026 y al paquete de reformas que el Ejecutivo planea enviar al Congreso, con modificaciones en materia laboral, tributaria y previsional a la cabeza. Desde la Casa Rosada anticipan que los gobernadores no permanecerán en silencio. “No van a hacer miles de kilómetros para no hablar”, afirmaron, augurando un intercambio sustancial.
La nómina de asistentes del oficialismo incluirá a la secretaria general Karina Milei, el vocero Manuel Adorni y una decena de ministros, entre ellos Patricia Bullrich, Luis Petri y Sandra Pettovello. Por parte de las provincias, confirmaron su presencia los jefes provinciales de Santa Fe, Córdoba, Mendoza —representada por su vice—, y la mayoría de los distritos, completando un mapa de apoyo amplio, aunque con las ausencias justificadas de Rolando Figueroa y Alfredo Cornejo.

 
             
                                         
                                        