Víctor Hugo Morales arremetió contra el gobierno de Javier Milei tras el polémico anuncio del blanqueo de capitales ocultos, acusando a sus seguidores de complicidad moral y advirtiendo sobre el peligro de una Argentina convertida en refugio del narcotráfico.
El controvertido periodista Víctor Hugo Morales descargó su indignación contra la administración de Javier Milei luego de que el oficialismo habilitara la regularización de dólares no declarados, una medida que, según él, desnuda la doble moral de un sector del electorado que pregona la transparencia pero respalda a figuras vinculadas a maniobras cuestionables. En su agudo análisis, Morales alertó sobre el riesgo de que el país se transforme en un «refugio para el narcotráfico», con un Estado que, lejos de combatirlo, parece facilitarlo.
La Marcha del Narcoestado
En su editorial, Morales no escatimó críticas: «El proyecto narco de Milei avanza sin freno, ante la pasividad de un sistema que ni siquiera se cuestiona si esto constituye una incitación al delito. ¿Acaso necesitan deliberarlo? La respuesta salta a la vista», sentenció. El comunicador acusó al Presidente de seducir a los traficantes con un mensaje de impunidad, mientras sus seguidores —a quienes describió como carentes de escrúpulos— celebran cada movimiento.
El Teatro de la «Lucha Antidrogas»
Con ironía mordaz, Morales evocó los montajes mediáticos de la ministra Patricia Bullrich: «Pronto la veremos en una villa, posando junto a paquetes de harina simulando droga, con jóvenes esposados como trofeos. ¿Recuerdan aquel show donde quemaba estupefacientes mientras los curiosos inhalaban el humo? Así era su ‘gran batalla’. Ahora, Milei los aplaude por ‘vivos’ y tilda de ‘envidiosos’ a quienes osan criticarlos».
La Farsa de la Pureza Moral
El periodista arremetió contra la incoherencia de los votantes que, hastiados de la corrupción kirchnerista, hoy ignoran los vínculos turbios del libertarismo: «Les lavaron el cerebro con el relato de un saqueo que nunca vieron, pero son ciegos ante la deshonestidad expuesta de sus líderes. Ni siquiera la AmCham, cómplice silenciosa, denuncia este desastre».
El Juego del Poder Real
Morales cerró con una advertencia escalofriante: «A la élite solo le preocupa que Milei y Macri no sellen su alianza en Buenos Aires. El resto —AEA, UIA, SRA— ya tiene el tablero listo: un país sometido al capital extranjero, el Comando Sur y la plata fácil. Quien lo critique, será tachado de ‘resentido’. Como dicen en el círculo mileista: los ‘anti-corrupción’ son solo envidiosos».
Conclusión:
Un retrato crudo de un gobierno que, bajo la bandera de la libertad, podría estar pavimentando el camino al crimen organizado, con una sociedad que, en su desencanto, parece dispuesta a justificarlo.