Desde organizar ideas hasta preparar reuniones o incluso asistir en la crianza, los líderes de OpenAI comparten sus aplicaciones favoritas del modelo, pero también advierten sobre sus limitaciones y riesgos.
Los desarrolladores y ejecutivos detrás de ChatGPT han comenzado a compartir abiertamente cómo incorporan esta tecnología en sus rutinas, destacando tanto sus funcionalidades más útiles como las precauciones que consideran indispensables para los usuarios. Según un reciente informe de Business Insider, estas revelaciones surgieron en episodios del pódcast oficial de OpenAI y del programa “ReThinking”, donde figuras clave como Nick Turley, Mark Chen, Andrew Mayne y el CEO Sam Altman expusieron sus métodos para aprovechar al máximo la inteligencia artificial.
Nick Turley: La voz como herramienta de productividad
Nick Turley, responsable de ChatGPT en OpenAI, ha transformado sus mañanas en un espacio de eficiencia gracias al modo de voz del asistente. Durante su trayecto al trabajo, utiliza esta función para ordenar sus ideas y definir prioridades. “Cuando llego a la oficina, ya tengo una lista reorganizada de tareas”, explicó Turley en el pódcast de la empresa. Aunque reconoció que la tecnología aún presenta errores menores, la considera valiosa para estructurar pensamientos en tiempo real.
Otra función que Turley destaca es la memoria personalizada, que permite al modelo recordar detalles del usuario para ofrecer respuestas más afinadas. Sin embargo, alertó sobre los riesgos de confiar en sus sugerencias en contextos que exigen precisión. “Una vez me recomendó un vino que, según el camarero, jamás existió”, relató, ejemplificando las llamadas “alucinaciones” del modelo, donde genera información falsa pero verosímil.
Mark Chen: Preparación inteligente para reuniones
Por su parte, Mark Chen, director de investigación de OpenAI, recurre a ChatGPT para investigar antes de encuentros profesionales. “El modelo me ayuda a contextualizar a la persona con la que me reuniré y sugiere temas relevantes”, señaló Chen. Esta práctica le permite llegar a las conversaciones con un conocimiento previo sólido, optimizando el tiempo y enriqueciendo el diálogo, especialmente en debates técnicos sobre inteligencia artificial.
Andrew Mayne: Asistencia en decisiones cotidianas
Andrew Mayne, excomunicador científico de OpenAI, lleva la herramienta a un terreno más práctico: la toma de decisiones diarias. Utiliza la función de análisis de imágenes para elegir platos en restaurantes según sus preferencias dietéticas. “Le tomo una foto al menú y le pido que me ayude a planificar una comida saludable”, detalló Mayne. Su experiencia demuestra cómo la IA puede integrarse en actividades mundanas, simplificando procesos sin requerir esfuerzo adicional.
Sam Altman: Desde el correo electrónico hasta la paternidad
El CEO de OpenAI, Sam Altman, confesó que emplea ChatGPT para automatizar tareas tediosas, como resumir documentos o gestionar correos electrónicos. “Lo uso en cosas aburridas, donde ahorra tiempo”, admitió en el podcast “ReThinking”. Pero su aplicación favorita va más allá: la asistencia en la crianza. “Consulto sobre etapas de desarrollo infantil; aunque la crianza no depende de la IA, agiliza mi acceso a información útil”, agregó.
Advertencias: Un llamado al uso crítico
Pese al entusiasmo, los expertos coinciden en que ChatGPT no es infalible. Las “alucinaciones” —respuestas incorrectas pero convincentes— y los fallos en funciones como el modo de voz exigen que los usuarios mantengan una postura crítica. Turley insistió en que, aunque la herramienta es poderosa, no debe reemplazar el juicio humano en situaciones delicadas.
Conclusión: Un asistente versátil, pero con límites
Los testimonios de los líderes de OpenAI reflejan que ChatGPT se ha convertido en un aliado multifuncional, desde la productividad laboral hasta la vida personal. Sin embargo, sus advertencias subrayan un mensaje claro: la inteligencia artificial es un complemento, no un sustituto, y su efectividad depende de un uso consciente y verificador. A medida que la tecnología evoluciona, estos ejemplos sirven como guía para aprovecharla sin caer en excesos.
¿Lo más destacado? La IA ya forma parte de la rutina de sus creadores, pero ellos mismos recuerdan: siempre hay que usarla con precaución.