Diego Spagnuolo, señalado en una trama de presuntas irregularidades, evalúa convertirse en colaborador de la justicia mientras el Gobierno intenta desvincularse y aislar el caso.
La atención en los tribunales de Comodoro Py se concentra en la posible declaración de Diego Spagnuolo como imputado colaborador. Desde las oficinas del fiscal Franco Picardi y el juez Sebastián Casanello, las respuestas son evasivas: “no hay novedades concretas por el momento”. Sin embargo, este jueves, mediante el sistema electrónico, el exfuncionario designó como su abogado defensor a Ignacio Rada Schturze, un letrado con experiencia en causas radicadas en ese mismo fuero. Paralelamente, el magistrado decidió levantar el secreto fiscal y bancario de Spagnuolo.
La posibilidad de que se convierta en arrepentido cobró fuerza en las últimas horas, tras filtrarse versiones off the record que lo ubican en un country de Pilar, “atemorizado, temiendo por su integridad física y sopesando la alternativa de colaborar con la justicia”. Sus vínculos con el Gobierno parecen haber quedado definitivamente truncados luego de que el presidente Javier Milei lo calificara públicamente de “mentiroso” y anunciara acciones legales en su contra durante un acto en Lomas de Zamora.
Este trato contrasta notablemente con la actitud que adoptó la administración frente al caso de Hayden Davis y el escándalo de la criptomoneda $LIBRA, donde nunca se lo señaló de manera directa ni se presentaron denuncias formales. Desde la Casa Rosada, se optó por minimizar los audios de Spagnuolo tildándolos de “operación electoral” o “opereta”, al tiempo que se activó una auditoría exprés en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), organismo que él dirigía. Los resultados filtrados a la prensa indican sobreprecios del 30% en la compra de medicamentos, un mensaje claro destinado a presentarlo como el único responsable.
No obstante, el riesgo real para el oficialismo reside en que la investigación judicial trascienda este caso y se extienda a las adquisiciones de todos los ministerios y dependencias estatales, incluyendo las carteras comandadas por Patricia Bullrich y Luis Petri.
Un perfil en crisis
La personalidad volátil de Spagnuolo queda al descubierto en las grabaciones. Su queja recurrente, dirigida a quien quisiera escucharlo, era siempre la misma: “Los Menem y Karina se quedan con todo, y yo solo pongo la firma. Me dejan expuesto. Son desprolijos. Y yo me quedo con un sueldo del que me descuentan mucho por Ganancias”. Esta narrativa de descontento era de dominio incluso en círculos periodísticos afines al Gobierno.
En conversaciones extraoficiales, una voz que se le atribuye oscila “entre la furia, la tristeza y la decepción”, especialmente hacia el presidente, su hermana, los Menem y la ministra Sandra Pettovello. El temor lo paraliza y no descarta ninguna opción, incluida la de colaborar con la justicia. En Comodoro Py, si bien se maneja esta posibilidad, se desmiente oficialmente cualquier contacto con él. Se especula que el fin de semana, con menor vigilancia mediática, podría ser el momento elegido para una presentación.
La fractura con el poder
Las declaraciones del presidente Milei, afirmando que “todo lo que dice Spagnuolo es mentira” y que se probará ante la justicia, marcan una ruptura evidente. Esta reacción, limitada a frases de ocasión sin una estrategia clara de contención, contrasta con el silencio guardado en el caso $LIBRA, a pesar de que Hayden Davis himself admitió haber cometido un fraude y tener dinero para devolver. Tampoco hubo denuncias contra sus cercanos colaboradores en ese escándalo.
La filtración gubernamental sobre una posible denuncia contra Spagnuolo parece más una estrategia de escenario que una acción concreta. La posibilidad de que “cierre filas” con el Gobierno nuevamente parece remota, aunque no imposible, dada la volatilidad característica del Presidente.
La estrategia del chivo expiatorio
La medida más visible de control de daños fue una auditoría comparativa realizada a toda prisa por el Ministerio de Salud, que concluyó que la ANDIS pagó hasta un 28% más por los mismos medicamentos. La operación intenta instalar la idea de que el “único corrupto es Spagnuolo”. Sin embargo, esta narrativa se ve debilitada por nuevas filtraciones que involucran a la obra social de los trabajadores rurales (OSPRERA), donde nuevamente aparecen los nombres de Lule Menem y se sugiere el interés de Karina Milei. La droguería Suizo Argentina, central en la investigación, registra facturas por miles de millones de pesos en varios organismos del Estado, sugiriendo un patrón que excede a un solo funcionario.
Un futuro incierto
Mientras tanto, Spagnuolo permanece recluido en su casa, paralizado por la paranoia y la incertidumbre. La filtración de los audios, realizada por un abogado con quien almorzaba y mantuvo conversaciones telefónicas (y que editó las grabaciones para no quedar expuesto), desató un escándalo de consecuencias imprevisibles.
Las evidencias de corrupción ya impactan en la imagen pública del gobierno. La Libertad Avanza encuentra serias dificultades para campañar, enfrentando el reproche ciudadano en la calle y convirtiéndose en blanco de memes y humoradas en redes sociales. La incapacidad para responder con coherencia y la evidente desorganización gubernamental, sumadas a una crítica situación económica, pintan un panorama sombrío para una administración que se muestra fracturada y sin liderazgo claro en medio de una tormenta que ella misma ayudó a crear.
