¿El fin del “Estado Presente”?

¿El fin del “Estado Presente”?

Ing. Agustín Borthiry *

“La era del Estado presente ha terminado”. Esta fue una de las definiciones más importantes y contundentes del discurso de Presidente Milei el día lunes 22 de abril. Toda una definición. 

La primera pregunta que se me ocurre, es si los que votaron el proyecto político-económico que encarna Milei, y el resto de nuestra ciudadanía, conocen el significado de tal definición.

Cuando uno se levanta por la mañana, alguien garantiza que habrá agua en el baño para higienizarse, luz en la vivienda para iluminarse, gas para calefaccionarse. Cuando salimos a la ruta, alguien garantiza que la misma esté en condiciones para circular, que haya elementos en las calles y en las rutas para prevenir accidentes, que se hagan controles para que las personas que manejan estén en condiciones de hacerlo. Cuando uno tiene una dolencia, también alguien garantiza que se prestará el servicio de salud para atenderla. Cuando llevamos a nuestros hijos a la escuela, tenemos garantizado que la misma estará abierta y que habrá un docente para dictar las clases. Podríamos seguir enumerando infinidad de servicios sobre los que damos por hecho que contamos con los mismos.

Si así no fuera, seguramente nos quejaríamos exigiendo que se haga cumplir con el pleno funcionamiento de estos servicios.

Fue muy notorio el reclamo de la señora Mirta Legrand cuando reclamó en su programa televisivo que desde el gobierno se deberían garantizar las vacunas contra el dengue, y ya todos sabemos, que el actual Estado se hizo el desentendido y no las proveyó.

Si el Estado se retira de prestar estos servicios, ¿alguna empresa privada se encargará de brindarlos? ¿Lo hará en todo nuestro país, incluso en lugares difíciles de llegar?

Si en nuestra Provincia no existiera Vialidad Provincial, ¿quién se encargaría de hacer y de mantener todas las rutas complementarias que comunican las estancias? ¿Se encargarían los estancieros de dichos caminos?

¿Alguien se habrá puesto a pensar en estas cuestiones antes de emitir su voto en las pasadas elecciones?

El deliberado desfinanciamiento de todo nuestro sistema universitario es un contundente ejemplo de lo que significa un Estado ausente.

Si el Estado deja de cumplir con sus obligaciones, varias de ellas de carácter constitucional, en el corto plazo comenzaremos a sentir las consecuencias, y a comprobar el significado de la definición dada por el Presidente sobre que “La era del Estado presente ha terminado”.

El 23 de abril tuvimos, como consecuencia del desfinanciamiento antes señalado, una masiva movilización de toda la comunidad universitaria, acompañada por las más diversas organizaciones de nuestra sociedad y de la mayoría de nuestro pueblo en todas las plazas de nuestro querido país, que le hizo saber al gobierno que hay límites que no podrá superar.

Será el pueblo quien exija el cumplimiento de las obligaciones del Estado y el que fijará los límites a este despiadado ajuste fiscal que impone el gobierno nacional.

El DNU 70/2023, que continua vigente, pese a las críticas, y que la Cámara de Diputados se niega a derogar, es el que permite esta triste realidad. Este Estado ausente ha dejado de cumplir con la mayoría de sus obligaciones que tiene por leyes, decretos y diversas normativas, como son la transferencias a las provincias, la paralización de las obras públicas, la actualización de los sueldos de los jubilados, el pago del Incentivo Docente, entre otras obligaciones, en pos de lograr el superávit fiscal y el retiro total del Estado de los roles que le corresponden. El mismo Presidente ha dicho que este Estado es un “Estado criminal”, que funciona como una mafia, y además incentivando a los empresarios a evadir sus impuestos y a sacar sus divisas del país y colocarlas en paraísos fiscales. Incluso llegó al extremo de llamar “héroes” a quienes ejercían estas prácticas.

Esta política de retiro del Estado ha llevado a que en el corto plazo que lleva esta administración, hayan caído todos lo indicadores de producción de nuestro país, como lo hizo saber ADIMRA (Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina) en su último informe del mes de abril.

Un Estado que no cumple con ninguna de sus obligaciones. Un país sin industrias.

El 23, los estudiantes y el pueblo todo pusieron un límite, que seguramente el gobierno no podrá franquear. La movilización popular superó todas las expectativas y marca un punto de inflexión, junto con otras movilizaciones que ocurrieron y que pronto ocurrirán, que indicará al actual gobierno que no podrá cumplir con su pomposo anuncio, ya que el Estado presente NO ha terminado.

Así lo hizo saber, también, el pueblo de Río Grande que puso su contundente palabra en las calles.

El Estado debe cumplir con sus obligaciones y garantizar todos los derechos de los ciudadanos que habitamos esta querida tierra argentina.

¡Que así sea!

*Agustín Borthiry es Ing. Quimico (UNS) especializado en Gas (UBA) Jubilado, fue docente de la UTN, Participó en investigaciones en innovación educativa y ejerció la funcion pública dentro del Ministerio de Educación. Se define como Militante Peronista.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

32k