La Presidenta de Vialidad Provincial, Ileana Zarantonello, explicó los motivos del retraso en la obra de alambrado, asegurando que la empresa contratista solicitó una prórroga de 20 días debido a suspensiones por mal tiempo. Vecinos de la Margen Sur, sin embargo, denuncian un avance de apenas el 30%.
La polémica por los plazos de la obra de alambrado en la Ruta 7, clave para su futura apertura, escaló este jueves luego de que vecinos de la Margen Sur cuestionaran el avance real de los trabajos. Mientras la Presidenta de Vialidad Provincial, Ileana Zarantonello, aseguró que la demora se debe a factores climáticos y que la obra avanza según lo planificado, el referente vecinal Sergio Fresia afirmó que solo se completó un 30% de la tarea en los 60 días prometidos inicialmente.
Zarantonello detalló que la empresa a cargo solicitó una ampliación de 20 días por las suspensiones obligatorias debido a vientos fuertes y lluvias, incluido el temporal reciente. «Los inspectores miden el progreso según los certificados de pago. No es correcto que un vecino haga mediciones por su cuenta», afirmó, y destacó que la obra está bajo supervisión constante.
Además, recordó que el proyecto involucra complejidades históricas: la ruta lleva 18 años cerrada por un conflicto judicial con el dueño de las tierras, Martín Paz, quien demandó al Estado por incumplimientos en obras anteriores. «Hubo que renegociar, revisar planos y garantizar que esta vez el alambrado sea el correcto», explicó.
Fresia, en cambio, insistió en que el ritmo es lento: «Solo hay dos trabajadores y el progreso es mínimo». También alertó sobre el riesgo que implica mantener una única vía alternativa vial (el puente Mosconi) ante emergencias como sismos o accidentes.
Zarantonello respondió que la empresa cumple con el personal pactado, aunque admitió observaciones técnicas durante la ejecución, como la necesidad de ajustar trazos con Catastro. «Prefiero hacerlo bien una vez, no como en la gestión de Bertone, donde se malgastaron $2 millones en un alambrado defectuoso», comparó.
Con la prórroga, la obra debería finalizar a fines de mayo. La funcionaria aseguró que prioriza la apertura: «Tenemos empatía con los vecinos, pero no podemos habilitar la ruta sin garantías». Mientras tanto, la Margen Sur sigue pendiente de una solución definitiva.
La Ruta 7 conecta zonas críticas de la provincia y su apertura beneficiaría a productores y habitantes de la Margen Sur, que hoy dependen de un puente alternativo. El alambrado busca evitar el paso de ganado y cumplir con lo acordado judicialmente.